Nombre Completo: Bijou Krüger .
Edad: 20 años.
Lugar de Origen: Brujas, Bélgica.
Actividad: Dependienta en "The Oh" y bailarina.
Orientación Sexual: Heterosexual.
Descripción Física: Bijou tiene unos rasgos bien definidos que muestran, la mayoría de las ocasiones, dureza y frialdad. Sus facciones se caracterizan por una acusadora mirada de un azul intenso que roza lo grimoso; una respingona nariz y unos marcados pómulos repletos de pecas y unos sugerentes labios rosados que no demuestran alegría en ninguna de sus sonrisas. El pelo de Bijou varía entre el dorado -durante el verano- y el castaño oscuro con reflejos más claros el resto del año. Es alta, bastante más que la mayoría de las mujeres, y su figura es estilizada y de buenas curvas que se contonean al compás de sus femeninos caminares. Esta chica podría caracterizarse,en una palabra, como "atractiva".
Descripción Psicológica: Le gustaría ser dulce y amable pero incluso para ella eso es pedir demasiado. Bijou es borde, distante y malhablada a parte de una persona que se enerva con mucha facilidad. Es cortante y no le gusta andarse con rodeos, dice las cosas sin tener en cuenta las palabras y no le importa herir a los demás por el simple hecho de que tú y el de la esquina le importáis una mierda. Parece imposible pero Bijou jamás a rozado lo vulgar o lo barriobajero, los insultos son cosa de su día a día pero contadas veces le ha faltado al respeto a alguien con palabras groseras; una cosa es insultar y otra faltar al respeto.
No tiene confianza en si misma y por esa razón toma cualquier cumplido como un insulto hacia su persona, por eso la mayoría de las veces reacciona con cierta grosería. Bijou no es de esas chicas que en el fondo es buena persona, dulce, cariñosa y blablabla... Es como es y sabe muy bien que jamás cambiará; siempre será la Mujer de Hielo para todo y todos sin ninguna excepción, incluso para la gente que la aguanta, es decir, sus amigos. Que son pocos.
Historia: Bijou nació en una familia aburrida que vivía en una ciudad aburrida donde la monotonía era lo más divertido en todo el universo que se limitaba a los límites de Brujas, donde nació ésta chica que cuenta veinte años con los dedos de los pies y manos.
Podemos empezar con el tema de sus padres; Él trabajaba como zapatero y ella se limitaba a limpiar la casa y a hacerle carantoñas al gato del vecino en vez de a su hija, un revoltoso churumbel que pedía a gritos un biberón para poder crecer a gusto; a falta de cariño, comida. Pero ni eso tenía.
Cuando cumplió cinco años sus padres decidieron escolarizarla porque claro, ahora que la niña sabía hablar igual le decía las verdades a la madre y ésta se deprimía, aunque incluso con Bijou en el colegio la señora se ponía a llorar como si le hubiesen sacado un pecho con el cuchillo.
La niña aprendió a callarse a base de azotes con el cinturón, fuertes bofetadas y horas de castigo encerrada en el desván sin cenar. No sirve de nada mencionar que a los catorce años ya aprovechaba para fumar, meterse en el mundo de las drogas y tirarse encima de todo nabo viviente. Para ella esa era la manera más fácil de olvidar quien era y donde vivía; cuando estaba drogada se sentía feliz y cuando follaba -porque es diferente que hacer el amor- con medio pueblo también se sentía orgullosa de saber fingir los orgasmos a la perfección.
Así como la veis llegó a los dieciocho entre cicatrices, porros y cajas de condones que nunca compró y que la llevaron a varios abortos. ¿Cómo los hacía? Lastimándose a ella misma: o se tiraba por las escaleras estando de seis meses o se daba golpes en el vientre. ¿Matar a una nueva vida? ¡Pero si el bebé ni siquiera saber parpadear!
Un día aprovechó que su madre dormía para escaparse de casa, cogió el primer bus hasta Alemania y allí vivió una larga temporada hasta que, finalmente, a los veinte años llegó a Camden. Allí trabajaba de bailarina todas las noches y durante el día era dependienta en un supermercado. No era una buena vida, pero sin estudios no se consigue nada y menos con el humor de perros que tiene Bijou.